¿Qué acaba de pasar? #1

Tengo tres imágenes distintas creadas automáticamente por inteligencia artificial. En este ejercicio, tengo que elegir una de las imágenes y contar una historia de que ha pasado. Aquí son las tres imágenes de hoy:

Hacía sol y el cielo era de color azul rico profundo. No había nubes y el viento era calmo. Ricardo y su mejor amigo, Carlos, habían decido tomar su barco pequeño a la isla bella cercana. Ellos visitaban esa isla frecuentemente y los dos tenían mucho experiencia en las aguas justo fuero de su pequeño pueblo.

Hicieron el viaje a la isla sin problemas. Arrastraron su barco en la playa vacía y fueron a explorar y disfrutar la naturaleza. La isla no era muy grande, pero tampoco tenía ningún sendero. Así que, Ricardo y Carlos tardaron varias horas antes de llegar al otro lado de la isla. Después de comer algo de fruta y descansar unos minutos, empezaron a regresar.

Apenas cinco minutos después, Carlos no vio una rama caída. Él se tropezó y se cayo. Cuando se levantó, se dio cuenta que costó mucho caminar. Debía lastimarse el pie.

«¿Estás bien?» preguntó Ricardo.

«Creo que no es grave y puedo caminar. Pero voy a necesitar su apoyo y va a ser lento.»

«Será oscuro antes de podemos volver. Vamos como rápido que podemos.» Entonces, juntos lentamente hicieron la excursión de vuelta a la playa.

Cuando llegaron a su barco, era plena noche sin la luna. Trabajando en la oscuridad, pusieron el barco en el agua y arrancaron el motor. A lo lejos, podían ver las luces de su pueblo. Empezaron su viaje a casa.

En la oscuridad, no fijaron las nubes negras que llenaban el cielo. El viento empezó a soplar, cada vez más fuerte. Con mucho rapidez, había una gran tormenta. Las olas crecía y tiraba el barco. El viento azotaba la lluvia en sus caras. Casi inmediatamente, era demasiado oscuro para ver ninguna cosa.

Sin poder ver su pueblo, era imposible saber cual dirección ir. Había muchas islas pequeñas con rocas peligrosas en la área. Si hubieran chocado contra alguna roca, no hubiera habido nadie para ayudarles.

«¡Allí!» gritó Ricardo, señalando.

Carlos miró y, a través la lluvia pesada, vio un tenue luz moviendo, girando. El faro era muy viejo per aún funcionaba y el farero se dedicaba su vida a proteger los viajeros en el mar. Los chicos sabían que el faro estaba en el península al oeste del pueblo. Usando la luz como guía, regresaron a casa sanos y salvos.